La Familia que anhelamos!
ü Situación de la Patria
ü Situación de la Familia natural
ü Situación de la Iglesia
ü Situación del Santuario original
Visión: Todo parece tambalearse…nos recuerda a los apóstoles en la barca cuando sobrevino la fuerte tempestad y Jesús estaba dormido…Distintas formas con las que podemos reaccionar:
- La indignación en la charla de café y luego todo sigue igual…
- El desconcierto y la adaptación a las corrientes ideológicas actuales…”Hay que adaptarse a los nuevos tiempos…aceptemos la convivencia de nuestros hijos con sus novios/as, quien cree ahora en el matrimonio o la fidelidad para siempre?? etc, etc. Aggiornarse….
- La indiferencia, me meto en la burbuja y sigo mientras a mi no me toque…
- Otras….
El Padre tenía una visión profética de la época, él hacía un análisis muy exacto del momento histórico que le tocaba vivir y era capaz de captar este momento desde Dios, y dar la respuesta pedagógica adecuada.
El Padre ya avizoraba un cambio de época, el mismo va a decir: “Una nueva época avanza con pasos agigantados” El Padre plantea una nueva visión del hombre y de la comunidad, por esto al volver del exilio habla de la nueva visón del hijo, del Padre y de la comunidad….
Situación en la que vivió nuestro Padre:
Habría muchas situaciones a las que referirse en la vida del Padre, para relacionarlas con el momento presente. Voy a tomar ahora al Nacionalsocialismo- Alemania de la postguerra.
El nacionalsocialismo y el bolchevismo eran a los ojos del Padre y a pesar de todas su diferencias, resultados del mismo desarrollo que se llevaba a cabo en el Occidente europeo, especialmente en Alemania. Ambos eran pregoneros de un mismo tipo de hombre que el Padre definió como “el hombre máquina y el hombre masa, sin Dios, sin moral, sin alma, y deshumanizado” El nacionalsocialismo era sin duda un sistema totalitario.
En
mi opinión personal, si hago un paralelo con nuestra época y con lo
que vivimos en Argentina 2013, pensando por ejemplo … en el proyecto de
reforma del Código civil, que plantea entre otras cosas:
- El alquiler de vientres…
- Que algunos seres humanos en estado embrionario son considerados personas -los concebidos en el seno materno, o los implantados en él-, mientras que a otros se les niega ese status básico -los concebidos fuera del seno materno, antes de su implantación-. En este último caso no queda claro cuál es el status o situación jurídica de estos embriones, que por tanto quedan en un estado de absoluta desprotección, abriendo la posibilidad de atentados contra la vida de seres humanos inocentes e indefensos.
- El Divorcio exprés: así se produce un vaciamiento de la institución matrimonial. Este divorcio expres no tiene en cuenta causales, ni plazos ni intentos de reconciliación.
- La Fecundación post-mortem: se legaliza la posibilidad de concebir un hijo luego del fallecimiento de una persona, de tal manera que es una persona gestada deliberadamente como huérfana.
Si en esos tiempos se vivía en un sistema totalitario,…preguntemos nos por nuestro sistema político y por los acontecimientos vividos últimamente… Cada uno saque sus conclusiones…
Con esto no quiero traer ahora un debate político, sino sobre todo llevar a la reflexión que estamos como decía el Padre en un cambio de época y que tenemos que tomar conciencia…
Lo que más quisiera destacar no es la comparación política de ambos gobiernos, sino la actitud del Padre Kentenich: el Padre analiza los signos de los tiempos y busca interpretar correctamente lo que la Providencia le quería decir con los “signos de los tiempos” que aparecía en Alemania con el nacionalsocialismo..
Y el Padre responde. No sólo desde la contraposición de la visión mecanicista con la visión orgánica que conocemos…sino también en torno al nacionalsocialismo, plantea puntos tácticos y estratégicos donde también actúa buscando responder desde la Providencia y se apoya en dos leyes:
.Lo que va a llamar la “ley de la contraposición” y otra que toma de San Agustín:” Saquemos provecho de los herejes, de manera que mediante la defensa de la verdadera doctrina católica contra sus errores, logremos mayor seguridad y firmeza.
La ley de la contraposición le permitía prestar mucha atención a aquello que del catolicismo molestaba especialmente a sus enemigos, lo que era rechazado y combatido. Allí encontraba entonces una confirmación de Dios que la verdad que se rechazaba debía ser más reafirmada
Por ejemplo si a través de su propaganda y adoctrinamiento el nacionalsocialismo arremetía cada vez con más fuerza contra la doctrina cristiana de la inclinación al pecado y de la necesidad de redención del hombre ario, el nacionalsocialismo planteaba una autorredención, el Padre dictó una semana de Ejercicios para dirigentes sobre el “Hombre redimido”
El nacionalsocialismo va a plantear un movimiento de masas, y se esforzaba por penetrar el ámbito del matrimonio y de la familia a fin de imponer su ideología.
El Padre va a dar una jornada sobre la pedagogía mariana del matrimonio, para educadores, especialmente sacerdotes. Pues el Padre consideraba que la familia es el bastión más poderoso en defensa de la Iglesia. En ella, cual Iglesia en pequeño, ésta podía resistir un duelo contra el nacionalsocialismo y podía iniciar un nuevo comienzo.
Por otro lado al proclamar el ideal del matrimonio católico el Padre aportaba al fortalecimiento de la conciencia cristiana que estaba siendo atacado.
Aplicando la segunda ley agustiniana, el Padre observaba aquellas necesidades vitales que también se hacen sentir en fenómenos como el Nacional socialismo y a los cuáles deben en gran medida sus éxitos y pujanza. Lo que hacía el Padre era captar estos deseos y necesidades de las personas y proporcionarles una vía de expresión cristiana. Por ejemplo el nacionalsocialismo inició un culto “a la tierra y a la sangre” en vez de rechazarlo el Padre se preguntó cuáles eran las fuentes instintivas que se manifestaban en dicho culto, tras la acentuación del apego al suelo, subyace la creciente desarraigo del hombre moderno a esto el Padre entonces va a fomentar la vinculación a Schoenstatt en cuanto a lugar, al santuario como lugar de arraigo.
De esta manera el Padre lograba dos cosas, auscultar los deseos de Dios y encauzar su realización y al mismo tiempo, realizar en materias esenciales un intenso trabajo de defensa e inmunización contra la infección del nacionalsocialismo.
Pensemos si estas estrategias no vuelven a ser una respuesta para el HOY.
Contraposición Se ataca a la Flia, = los matrimonios deberían ser los santos de este tiempo!.
Volvamos al análisis de las voces del tiempo, que nos está queriendo decir Dios con las voces que veíamos al comienzo?:
Situación de la Patria
Situación de la Familia natural
Situación de la Iglesia
Situación del santuario original
Los 100 años de la Alianza de Amor.
Respuesta
Lo que personalmente me ayudó a reflexionar sobre qué es lo que Dios nos quiere decir con todas estas realidades anteriormente mencionadas, fue este artículo que recibí sobre una profecía del Papa emérito.
Es la profecía sobre el futuro del cristianismo que pronunció hace 40 años un joven teólogo bávaro, Joseph Ratzinger. “La profecía cerró un ciclo de lecciones radiofónicas que el entonces profesor de teología pronunció en 1969, en un momento decisivo de su vida y de la vida de la Iglesia.
El profesor Ratzinger comparaba la época actual con la del Papa Pío VI, raptado por las tropas de la República francesa y muerto en prisión en 1799. En esa época, la Iglesia se encontró frente a frente con una fuerza que pretendía cancelarla para siempre.
Una situación parecida, explicaba, podría vivir la Iglesia
de hoy, golpeada, según Ratzinger, por la tentación de reducir a los
sacerdotes a meros «asistentes sociales» y la propia obra a mera
presencia política. «De la crisis actual –afirmaba– surgirá una Iglesia
que habrá perdido mucho. Será más pequeña y tendrá que volver a empezar
más o menos desde el inicio. Ya no será capaz de habitar los edificios
que construyó en tiempos de prosperidad. Con la disminución de sus
fieles, también perderá gran parte de los privilegios sociales». Volverá
a empezar con pequeños grupos, con movimientos y gracias a una minoría
que volverá a la fe como centro de la experiencia. «Será una Iglesia más
espiritual, que no suscribirá un mandato político coqueteando ya con la Izquierda, ya con la Derecha. Será pobre y se convertirá en la Iglesia de los indigentes».
Lo que Ratzinger exponía era un «largo proceso, pero cuando pase todo el trabajo, surgirá un gran poder de una Iglesia más espiritual y simplificada». Entonces, los hombres descubrirán que viven en un mundo de «indescriptible soledad», y cuando se den cuenta de que perdieron de vista a Dios, «advertirán el horror de su pobreza».
Entonces, y solo
entonces, concluía Ratzinger, verán «a ese pequeño rebaño de creyentes
como algo completamente nuevo: lo descubrirán como una esperanza para sí
mismos, la respuesta que siempre habían buscado en secreto».
Esto coincide totalmente con la visón del Padre Kentenich, quien al analizar el nacionalsocialismo como un síntoma de la época, de la cuál la Iglesia no podía estar exenta, va a plantear que para que la Iglesia pueda realizar su misión en el mundo moderno, debería realizar un proceso de deseuropización, desmaterialización, despolitización y deterritorialización.
Deseuropización el Padre decía que la Iglesia debía abandonar su ropaje europeo y volverse más universal. Con desmaterialización que en el futuro debía ser capaz de renunciar a los apoyos y medios materiales y confiar más en sus fuerzas sobrenaturales. Por despolitización que la Iglesia no debía identificarse en el plano nacional ni internacional, con determinadas tendencias, que debiera tomar más distancia respecto a los sucesos políticos contingentes. Finalmente por desterritorialización implicaba la capacidad de prescindir de espacios y ambientes hasta ahora cerrados y exclusivos católicos y aumentar su capacidad de vivir en la diáspora (osea en ambientes no católicos)
Iglesia en situación de diáspora, o sea ambos tienen esa profecía.
El Padre va a decir: “debemos tener la capacidad de crear un mundo nuevo, pero desde un segundo plano…y a partir de los principios últimos. De modo que si las asociaciones y grupos son destruidos logremos crear un mundo nuevo, con nuevas formas a partir de los principios últimos.”
“Si llegara el momento en que todo fuera destrozado, nosotros deberíamos permanecer de pie; debemos salvar ala Iglesia y conducirla a los nuevos tiempos. El futuro de la Iglesia exige que empleemos todas las fuerzas en crear una organización valiosa y capaz de arraigar profundamente en la vida de las personas. Allí donde existan centros estables, la vida católica está asegurada. Y si alguna vez los enemigos del Movimiento de Schoenstatt lograran aniquilarlo, cada schoentattiano debería a ser capaz de fundarlo nuevamente”[1]
Por esto y desde lo estratégico es que el Padre plantea los santuarios del hogar, en el santuario corazón. El Padre ve como caminos de renovación
Así va a surgir en el año 39, la corriente de vida de la Primavera sagrada o el llamado “Ver Sacrum” Esta es una leyenda romana. “En el antiguo lacio, la patria de los romanos, había una costumbre singular. Cuando se quería aplacar la ira de los dioses y alejar una gran desgracia nacional, el pueblo prometía dedicarles a los mejores jóvenes y muchachas que nacieran durante todo un año. Debían crecer en otro lugar, construir allí una ciudad y ser el principio de un nuevo pueblo: eran una Primavera sagrada.
De esta generación que surge en Schoenstatt, en la juventud masculina de aquel entonces, al sentir que este mundo no podía ser cambiado por una acción exterior debía ser renovado desde dentro y esto no podía ser realizado sin un espíritu heroico. Estos jóvenes querían ser en manos de la Virgen la primavera sagrada de una humanidad renovada.
Uno de sus representantes es Julio Steinkaul, quien muere en la segunda guerra mundial.
Yo me pregunto si en un mundo donde es tan atacada la Familia, no será que Dios no nos llama como Obra de Familias a construir un Ver Sacrum,?
Volvamos al análisis del tiempo, creo que Dios nos llama a despertarnos, estamos como dormidos dejando que las cosas sigan su rumbo…
Schoenstatt es hijo de la guerra y en esta guerra a veces siento nos paramos como perdedores….Nos dejamos dominar por el desaliento, pues creo en definitiva nos falta la CONFIANZA!!!. El Padre hizo todo lo que hizo, vivió un Dachau y la Obra creció enormemente, no se aplastó por un exilio de 14 años, porque era un HOMBRE DE DIOS, UN HOMBRE PLENO DE DIOS, Y PORQUE SU CONFIANZA EN LA MATER, ERA A TODA PRUEBA….
Fíjense no en vano el Padre fundó la O Familiar en Dachau, y hoy vivimos un Dachau de otra manera.
Que nos dice el 2014!!! No nos llama a volver al origen con radicalidad?? ESTA SANTIDAD ES LO QUE EXIGO DE USTEDES…
Que significa asumir un JUBILEO?? ES ALGO MUCHO MÁS PROFUNDO QUE FESTEJAR…
AL SANTUARIO ORIGINAL TENEMOS QUE COMPRALO CON NUESTRA SANTIDAD
PARA CONSTRUIR EL VERSACRUM.
Cómo? Volver a mirar para arriba, volver al ideal del matrimonio católico, el ideal de la familia schoenstattiana. Que nos dice el Padre en cuanto a nuestro ideal como Rama:
“Una familia schoenstattiana es una familia que en la fuerza de la Alianza de Amor, con la Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt, aspira a hacer realidad el ideal de la Familia de Nazaret, conforme a la época en la que vive”[2]
El Padre Kentenich va a hablar del ideal de Nazaret a través del Cántico al Terruño y aquí quisiera detenerme en algunos puntos concretos.
Si retomamos la idea de que se deben acentuar los puntos que son atacados por las ideologías contrarias….podríamos comprobar si los aspectos que destaca el Cántico al terruño son puntos atacados.
Una tierra de Amor
Una tierra de Pureza
Una tierra de libertad
Una tierra de alegría
Una tierra de veracidad
Una tierra de victoriosidad
De estos puntos yo seleccioné los que me parecieron más atacados en la Familia
Una tierra de Amor
¿Conoces aquella tierra cálida y familiar
Que el Amor eterno se ha preparado:
Donde corazones nobles laten en la intimidad
Y con alegres sacrificios se sobrellevan;
Donde, cobijándose unos a otros,
Arden y fluyen
Hacia el corazón de Dios; dónde con ímpetu brotan fuentes de amor
para saciar la se de amor que padece el mundo?[3]
Creo que este es un punto esencial en la vida de una Familia, y el punto más frágil, pues el verdadero amor está hoy muy desdibujado. Por amor se entiende muchas veces sólo el placer, desgajado de todo contenido espiritual.
Otras veces se plantea como el gozar de los beneficios que la otra persona me debe proporcionar, bienestar, cobijamiento, intimidad, pero se olvida que Y con alegres sacrificios se sobrellevan
Cuanta intolerancia reina hoy en tantos hogares! Cuan poco amor viven hoy tantas familias!
Cuanta agresividad se da en tantos hogares, cuantas veces hasta se da una competencia en el plano profesional entre los esposos…La situación económica tantas veces traen problemas familiares…
Que importante es que nosotros seamos familias donde reine el amor verdadero, un amor que comprende, un amor enaltecedor. Un amor que acepta al otro como es y no como yo quiero que sea…
Que importante se presenta este amor cuando tenemos hijos adolescentes, si reina este amor, seguramente los hijos estarán abiertos a sus padres para confiarles sus dificultades, pues no se sentirán juzgados
Cuando a pesar de las faltas creo que en la nobleza y en lo bueno del otro, que importante esto en el matrimonio y en los hijos. Cuando creo que mi hijo por más rabietas que me da en la adolescencia, llegará a ser alguien valioso. El Padre dice no hay que marcarlo como criminal , hay que creer en lo bueno de él…..
Es justamente en el Santuario del Hogar donde la Mater nos enseña a amar. Donde podemos ir cada vez que necesitamos que Ella nos ayude en el amor, cuando tuvimos un disgusto matrimonial, cuando tuvimos una desavenencia con nuestros hijos, cuando tuvimos una alegría en el amor, cuando podemos recurrir a Ella para darle gracias….
Una tierra de Pureza
¿Conoces aquella tierra abundante y pura,
Reflejo de la Belleza eterna:
Donde las almas nobles y fuertes
Se desposan con el Cordero de Dios;
Donde ojos transparentes irradian calor
Y manos bondadosas alivian los dolores;
Donde esas manos sin mancha
Continuamente se juntan en oración
Para conjurar los poderes demoníacos?[4]
La pureza otro punto sumamente atacado, la pureza ya no es hoy un valor…. Cuando el Padre habla de la pureza en la vida matrimonial, hace mucho énfasis en el respeto.
El va a decir:
Si queremos realizar nuestra misión como matrimonio cristiano debemos tener también el valor de ir a lo profundo. Todo lo que nos está permitido en el matrimonio no es sino una expresión simbólica de donarse espiritualmente. Debemos aprender a que las expresiones de amor que nos regalamos no se vean despojadas de lo espiritual.
El Padre dirá:
“El uno en el otro espiritual recibe su expresión simbólica externa por el uno en el otro corporal. El respeto debe llevar al hombre a buscar también la satisfacción de la mujer. Hay también matrimonios infelices, porque el hombre en gran parte en tales ocasiones busca su satisfacción corporal, pero no piensa que su mujer busca también la satisfacción..
Como hombre casado me es lícito la unión corporal para llegar más cerca de Dios. Se trata del acto más profundo que podemos realizar en el matrimonio. Por el sacramento Dios nos da el derecho a esta unión corporal y en cuanto este acto no está despojado de su valor espiritual, es de un alto valor moral. Por esto debemos cuidar que la unión corporal no nos separe de Dios, sino que nos conduzca más a El,.
Tal vez algunos crean que para ser bueno y religioso, se debiera ser frío en el amor. OH, justamente es al revés, Dios quiere que se amen mutuamente de corazón y que se permitan todo lo que está permitido en el matrimonio. Cuanto más religiosa sea la mujer tanto más cálido ha de ser su amor; cuanto más religioso sea el varón, tanto más grande ha de ser su respeto, pero también su amor a su mujer,.Que no creamos nosotros que la religión es un enemigo del amor natural sano… . Por todo esto queremos contar a la Santísima Virgen nuestras necesidades y preocupaciones en la confianza que Ella cuidará perfectamente!!” [5]
ATMOSFERA DE PUREZA EN LA CASA, EN LO QUE VEMOS POR TELEVISIÓN, EN LA MUSICA QUE ESCUCHAMOS, EN EL VOCABULARIO, EN NUESTRA VESTIMENTA…
Desde el Santuario Hogar la Mater nos enseña a vivir la pureza matrimonial, donde nos ayuda a liberarnos de represiones, o nos ayuda a ser más respetuosos y delicados en el trato intimo. Es fundamentalmente Ella quien espiritualiza nuestro amor, Si a Ella no la tenemos en cuenta en este aspecto, tampoco podemos avanzar en el amor.
Una tierra de alegría
¿Conoces aquella tierra transida de alegría
Porque en ella el sol
nunca tiene ocaso:
dónde los corazones viven en el reposo
por la posesión de los bienes eternos,
donde los abundantes dones de Dios
reconfortan el corazón y la voluntad;
donde el amor, como una vara mágica,
transforma con prontitud la tristeza en alegría?[6]
Creo que este valor deberíamos trabajarlo muchísimo más. Vivimos en un mundo apesadumbrado, golpeados por situaciones que nos desalientan, y muchas veces nos hacen perder la alegría.
Si en nuestra familia no damos ninguna alegría a los niños, la familia se convierte en un peso.
Existen alegrías sensibles ; una rica comida, una rica bebida…”Una buena cocina, una buena disciplina” Contemplar un lindo paisaje, todo lo que me proporcionen los sentidos y me produzcan un bien,.
Alegrías espirituales: el encuentro con una persona querida, el saberse amado, valorado, comprendido, el descubrir la verdad, son los bienes espirituales.
Alegrias sobrenaturales. Una buena confesión, el estar en gracia, momentos especiales de oración, o la participación de la STa Misa, un encuentro profundo con Dios me proporciona alegría sobrenatural
“Que alegrías nos están permitidas? Si hablamos de alegrías sensibles, pueden ser también alegrías sexuales. Los que están casados pueden decir que todo el mundo de posibilidades de verdaderas alegrías les está abierto. Y puedo aspirar a todas las alegrías? O tenemos que pensar que ya por ser profundamente religiosos, en el matrimonio y en la familia, debemos ser más bien fríos. Esto sería la muerte para nuestra familia. Si ustedes no hacen de su círculo familiar un reino de la alegría, los hijos se escaparán y buscarán otras alegrías.
El efecto de la alegría pertenece a los afectos fundamentales de la vida humana. El que no cultiva la alegría, hecha a perder su carácter hasta la médula. Una naturaleza sin alegría es una naturaleza enferma…San Francisco de Sales decía que “un santo que es triste, es un triste santo
La Sma Virgen vivió siempre la alegría cotidiana, también al pie de la cruz, donde sufriera tanto…”[7]
El Santuario hogar es a dónde deberíamos recurrir con las alegrías, a ella le damos gracias por la atmosfera familiar de nuestra casa, etc.
Por último una Tierra de Victoriosidad
¿Conoces aquella tierra preparada para el combate,
Acostumbrada a vencer en todas las batallas:
Donde Dios se desposa con los débiles
Y los escoge como instrumentos;
Donde, no fiándose
De las propias fuerzas,
Todos confían heroicamente en El
Y están dispuestos a entregar por amor,
Con júbilo, la sangre y la vida?[8]
Estamos en el año de la fe, no en vano Benedicto XVI proclamo el año de la fe…!! Todos estos ideales anteriormente planteados son imposibles de vivir sin la FE, SIN LA CONFIANZA HEROICA QUE LA VICTORIA ES DE LA MATER!
ES imposible poder encendernos por los ideales sino cultivamos la fe, sino cultivamos nuestra vida interior, si no nos llenamos y buscamos espacios y momentos especiales para el Encuentro con El.
Si no tenemos una profunda vida de unión con Dios, en definitiva no somos capaces de dominar la vida.
Por esto la Alianza de Amor, y el Santuario Hogar, es la respuesta para toda nuestra vida familiar y matrimonial!!. Quisiera terminar con estas palabras del Padre:
“EN NUESTRO SANTUARIO DEL HOGAR SE HA INSTALADO LA SMA VIRGEN, EN MEDIO DEL CAMPO DE BATALLA DE NUESTRA FAMILIA. YO HE SELLADO UNA ALIANZA CON ELLA. ELLA LO HACE TODO. ELLA TIENE LA PREOCUPACIÓN POR TODO. POR ESTO TODOS LOS HIJOS QUE ME REGALA DIOS LOS CONDUZCO A LA SANTÍSIMA VIRGEN.”[9]
[3] P. Kentenich, “Hacia el Padre”(oraciones para el uso de la Familia de Schoenstatt), Chile, Ed. Patris
[4] P. Kentenich, “Hacia el Padre”(oraciones para el uso de la Familia de Schoenstatt), Chile, Ed. Patris
[6] P. Kentenich, “Hacia el Padre”(oraciones para el uso de la Familia de Schoenstatt), Chile, Ed. Patris
CARTA DE INICIO JEFES OBRA FAMILIAR
Salta, 24 de marzo de 2013
Queridos hermanos:
“Jesús entra en Jerusalén. La muchedumbre de los discípulos lo acompañan festivamente, se extienden los mantos, ante él, se habla de los prodigios que ha hecho, se eleva un grito de alabanza: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto» (Lc19,38).
Gentío, fiesta, alabanza, bendición, paz. Se respira un clima de alegría. Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios y se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma.
Este es Jesús. Este es su corazón atento a todos nosotros, que ve nuestras debilidades, nuestros pecados. El amor de Jesús es grande. Y, así, entra en Jerusalén con este amor, y nos mira a todos nosotros. Es una bella escena, llena de luz – la luz del amor de Jesús, de su corazón –, de alegría, de fiesta (SS Francisco, Homilía de la misa de Domingo de Ramos).
Inmersos en un clima festivo, en esta “primavera de la Iglesia” por el comienzo del pontificado de nuestro Papa Francisco, es que comenzamos la Semana Santa. La Semana más importante del calendario religioso: es Cristo quien se entrega por Amor a nosotros, aún a pesar de que no podamos reconocerlo. Él nos ama igual o más debido a nuestras propias miserias. Y el mensaje de Francisco es más que claro: su sencillez, su franqueza, sus gestos y sus palabras son un llamado al diálogo, a la reconciliación y al amor por el más necesitado. A la bondad y a la ternura, un llamado a ser una “Iglesia pobre y para los pobres”. La pregunta es acuciante: ¿Cómo responder a este llamado?
Como Obra de Familias de Schoenstatt sabemos que tenemos una misión: regalar a las personas un camino de Alianza para que las familias puedan crecer en plenitud, en santidad y en esta vida de alianza entre lo terreno y lo divino es que se mueve nuesrta vida.
Este año continuaremos el trabajo iniciado en el 2012: Los itinerarios pedagógicos para los grupos, el Retiro de Matrimonios, el Retiro de Novios y los cursos de Preparación al Matrimonio. A estas actividades queremos sumarle un Curso de Capacitación en Planificación Familiar, tema que nos parece central en el desarrollo de un matrimonio católico.
Los matrimonios que el año pasado comandaron cada actividad volvieron a dar su sí generoso para el trabajo este año: Los Mariana y Ale Patrón Costas y Mari y Mono Uriburu en los cursos prematrimoniales, Marina y Pato Mainoli y Vivi y Luis Mendieta en el Retiro, Lu y Santi Alfonso y su aceitado equipo de novios para el correspondiente Retiro y nuevamente Mari y el Mono Uriburu llevando adelante el trabajo en Planificación Familiar. A ellos se sumarán Ceci y Nico Cabanillas como prefectos de su grupo y Panchi y Charlie Traverso colaborarán convocando nuevos matrimonios.
Este año se cumplen a su vez 50 años del Santuario Hogar y creemos que sería un gran regalo a María renovar nuestros Santuarios Hogares, invitarla a que se instale en nuestras casas y reparta sus Gracias. El Santuario Hogar se fundamenta en nuestra vinculación al Santuario, sería bueno visitarlo más seguido, ir a misa los fines de semana y hacer nuestras reuniones allí. El Santuario depende de la oración y la vida de cada uno de nosotros y hoy más que nunca necesita de nuestras oraciones (este año cumple 19 años) y de nuestro aporte material para poder terminar las obras iniciadas en 2012.
La Semana Santa tendremos actividades todos los días en el Santuario, nos acompañará el Padre Pastor Achával (Padre de Schoenstatt que vive en Tucumán), en estos días les enviaremos el calendario.
En esta “primavera de la Iglesia” los invitamos a renovar nuestra Alianza, a crecer en nuestra Fe y a volver a mirar el misterio de la Cruz para ser signos de esperanza para nuestro tiempo.
Unidos en la Alianza los saludamos desde nuestro Santuario Hogar.
Pepe con Ceci
“Jesús entra en Jerusalén. La muchedumbre de los discípulos lo acompañan festivamente, se extienden los mantos, ante él, se habla de los prodigios que ha hecho, se eleva un grito de alabanza: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto» (Lc19,38).
Gentío, fiesta, alabanza, bendición, paz. Se respira un clima de alegría. Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios y se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma.
Este es Jesús. Este es su corazón atento a todos nosotros, que ve nuestras debilidades, nuestros pecados. El amor de Jesús es grande. Y, así, entra en Jerusalén con este amor, y nos mira a todos nosotros. Es una bella escena, llena de luz – la luz del amor de Jesús, de su corazón –, de alegría, de fiesta (SS Francisco, Homilía de la misa de Domingo de Ramos).
Inmersos en un clima festivo, en esta “primavera de la Iglesia” por el comienzo del pontificado de nuestro Papa Francisco, es que comenzamos la Semana Santa. La Semana más importante del calendario religioso: es Cristo quien se entrega por Amor a nosotros, aún a pesar de que no podamos reconocerlo. Él nos ama igual o más debido a nuestras propias miserias. Y el mensaje de Francisco es más que claro: su sencillez, su franqueza, sus gestos y sus palabras son un llamado al diálogo, a la reconciliación y al amor por el más necesitado. A la bondad y a la ternura, un llamado a ser una “Iglesia pobre y para los pobres”. La pregunta es acuciante: ¿Cómo responder a este llamado?
Como Obra de Familias de Schoenstatt sabemos que tenemos una misión: regalar a las personas un camino de Alianza para que las familias puedan crecer en plenitud, en santidad y en esta vida de alianza entre lo terreno y lo divino es que se mueve nuesrta vida.
Este año continuaremos el trabajo iniciado en el 2012: Los itinerarios pedagógicos para los grupos, el Retiro de Matrimonios, el Retiro de Novios y los cursos de Preparación al Matrimonio. A estas actividades queremos sumarle un Curso de Capacitación en Planificación Familiar, tema que nos parece central en el desarrollo de un matrimonio católico.
Los matrimonios que el año pasado comandaron cada actividad volvieron a dar su sí generoso para el trabajo este año: Los Mariana y Ale Patrón Costas y Mari y Mono Uriburu en los cursos prematrimoniales, Marina y Pato Mainoli y Vivi y Luis Mendieta en el Retiro, Lu y Santi Alfonso y su aceitado equipo de novios para el correspondiente Retiro y nuevamente Mari y el Mono Uriburu llevando adelante el trabajo en Planificación Familiar. A ellos se sumarán Ceci y Nico Cabanillas como prefectos de su grupo y Panchi y Charlie Traverso colaborarán convocando nuevos matrimonios.
Este año se cumplen a su vez 50 años del Santuario Hogar y creemos que sería un gran regalo a María renovar nuestros Santuarios Hogares, invitarla a que se instale en nuestras casas y reparta sus Gracias. El Santuario Hogar se fundamenta en nuestra vinculación al Santuario, sería bueno visitarlo más seguido, ir a misa los fines de semana y hacer nuestras reuniones allí. El Santuario depende de la oración y la vida de cada uno de nosotros y hoy más que nunca necesita de nuestras oraciones (este año cumple 19 años) y de nuestro aporte material para poder terminar las obras iniciadas en 2012.
La Semana Santa tendremos actividades todos los días en el Santuario, nos acompañará el Padre Pastor Achával (Padre de Schoenstatt que vive en Tucumán), en estos días les enviaremos el calendario.
En esta “primavera de la Iglesia” los invitamos a renovar nuestra Alianza, a crecer en nuestra Fe y a volver a mirar el misterio de la Cruz para ser signos de esperanza para nuestro tiempo.
Unidos en la Alianza los saludamos desde nuestro Santuario Hogar.
Pepe con Ceci
"CONOCIENDO AL PADRE"
Semanalmente les enviaremos un texto breve del Padre
Kentenich a modo de reflexión para conocer un poco más el pensamiento de nuestro
Fundador.
Padre José Kentenich (Desafíos de Nuestro Tiempo)
La carencia de hogar
(...) El hombre colectivista es el hombre masa que niega radicalmente,
desde dentro, en forma absoluta, todas las vinculaciones queridas por Dios. Con
razón decimos que es el hombre del desarraigo total. Todas las vinculaciones han
sido cercenadas radicalmente: la vinculación a Dios, al terruño y al prójimo.
Esta múltiple y total carencia de hogar con razón puede ser llamada: "castigo
del infierno". La esencia del infierno consiste en la total carencia de hogar;
en un estar el uno espiritualmente contra el otro. Visto así, innumerables
personas viven, ya hoy, en gran parte, una especie de infierno. El infierno
consiste en el desarraigo total; en el estar el uno contra el otro, tanto entre
el alma y Dios, como entre hombre y hombre.
En esta situación, no debiera ser difícil mostrar al hombre actual en qué consiste el cielo. La esencia del cielo consiste en la visio beata (visión beatífica), en un estar de corazón el uno con el otro, entre el hombre y Dios, y, a la vez, entre hombre y hombre, y esto en una maravillosa profundidad. Personas que aquí en la tierra se han encontrado la una con la otra, experimentarán, en la felicidad eterna, ese mismo estar espiritualmente el uno en el otro de una manera aún más profunda y más perfecta.
(...) También entre nosotros crece el desarraigo. Los pueblos extranjeros que inundaron nuestras regiones (alemanas), durante y después de la guerra, dejaron una manera ajena de pensar y una cultura ajena. Muchos de los nuestros han perdido el hogar. Tal vez puedan repetir la palabra hogar, pero no son capaces de entender la esencia del hogar. Equiparan la palabra hogar con una billetera llena, con cierto bienestar. Y en esto no consiste el hogar. Puedo tener hogar y estar hambriento; tener hogar y ser pobre. Y puedo tener el estómago satisfecho y una billetera llena y no tener en absoluto hogar.
¿Cuál es la gran tarea, el gran problema pedagógico? El núcleo de la educación actual, en la escuela y fuera de ella, debería consistir simplemente en el dar cobijamiento, en el cultivo del hogar. La carencia de hogar, el desarraigo, debe ser complementado, reemplazado, debe orientarse y desembocar en la reconquista del hogar: del concepto de hogar, del sentido de hogar y del amor al hogar.
Quienes estamos en medio de la vida y somos azotados por la problemática y penuria modernas, sabemos de todos los intentos que se hacen en todos los ámbitos por reconquistar el hogar. Se organizan veladas hogareñas sociales. Se quiere despertar el sentido por el terruño en las escuelas rurales y en la ciudad; se quiere profundizar el amor al terruño y a la patria, y mantener el pensamiento de la patria como un pensamiento central de toda la educación. Tales intentos triunfan en un lugar y fracasan en otro. Lo que la mayoría de las veces falta —como es típico en el tiempo moderno— es la visión del contexto total y más profundo. Y aquí comienza nuestro trabajo. ¿Acaso no pedimos a la santísima Virgen, ya en la primera tarde de nuestra jornada, que me diera la claridad para lograr con ustedes descubrir la raíz de la problemática moderna? Mi tarea consiste ahora en contestar dos preguntas, ajustándonos lo más posible a los últimos principios y a los fundamentos más básicos.
Primera pregunta: ¿qué entendemos por hogar? Segunda pregunta: ¿qué función tiene la piedad mariana cuando se trata del hogar, del concepto, del sentido y del amor al hogar? ¿Qué función tiene el hogar en el marco de la crisis de la cultura actual y de su superación? (…).
En esta situación, no debiera ser difícil mostrar al hombre actual en qué consiste el cielo. La esencia del cielo consiste en la visio beata (visión beatífica), en un estar de corazón el uno con el otro, entre el hombre y Dios, y, a la vez, entre hombre y hombre, y esto en una maravillosa profundidad. Personas que aquí en la tierra se han encontrado la una con la otra, experimentarán, en la felicidad eterna, ese mismo estar espiritualmente el uno en el otro de una manera aún más profunda y más perfecta.
(...) También entre nosotros crece el desarraigo. Los pueblos extranjeros que inundaron nuestras regiones (alemanas), durante y después de la guerra, dejaron una manera ajena de pensar y una cultura ajena. Muchos de los nuestros han perdido el hogar. Tal vez puedan repetir la palabra hogar, pero no son capaces de entender la esencia del hogar. Equiparan la palabra hogar con una billetera llena, con cierto bienestar. Y en esto no consiste el hogar. Puedo tener hogar y estar hambriento; tener hogar y ser pobre. Y puedo tener el estómago satisfecho y una billetera llena y no tener en absoluto hogar.
¿Cuál es la gran tarea, el gran problema pedagógico? El núcleo de la educación actual, en la escuela y fuera de ella, debería consistir simplemente en el dar cobijamiento, en el cultivo del hogar. La carencia de hogar, el desarraigo, debe ser complementado, reemplazado, debe orientarse y desembocar en la reconquista del hogar: del concepto de hogar, del sentido de hogar y del amor al hogar.
Quienes estamos en medio de la vida y somos azotados por la problemática y penuria modernas, sabemos de todos los intentos que se hacen en todos los ámbitos por reconquistar el hogar. Se organizan veladas hogareñas sociales. Se quiere despertar el sentido por el terruño en las escuelas rurales y en la ciudad; se quiere profundizar el amor al terruño y a la patria, y mantener el pensamiento de la patria como un pensamiento central de toda la educación. Tales intentos triunfan en un lugar y fracasan en otro. Lo que la mayoría de las veces falta —como es típico en el tiempo moderno— es la visión del contexto total y más profundo. Y aquí comienza nuestro trabajo. ¿Acaso no pedimos a la santísima Virgen, ya en la primera tarde de nuestra jornada, que me diera la claridad para lograr con ustedes descubrir la raíz de la problemática moderna? Mi tarea consiste ahora en contestar dos preguntas, ajustándonos lo más posible a los últimos principios y a los fundamentos más básicos.
Primera pregunta: ¿qué entendemos por hogar? Segunda pregunta: ¿qué función tiene la piedad mariana cuando se trata del hogar, del concepto, del sentido y del amor al hogar? ¿Qué función tiene el hogar en el marco de la crisis de la cultura actual y de su superación? (…).
Padre José Kentenich (Desafíos de Nuestro Tiempo)
La
carencia de hogar
"Innumerables católicos padecen la carencia de hogar, pues la mayoría no conocen ni reconocen ya al Padre Dios. ¡Debemos traer a nuestra Madre a casa! ¡Debemos traer a casa a nuestro Padre! No es una tarea fácil. Si pudiera hacerse sólo mostrando una imagen adecuada del padre y de la madre, sobre la base de la Sagrada Escritura y el dogma, sería un trabajo fácil, por lo menos para nosotros. Recuerden lo que dijimos ayer sobre la curación radical y la curación normal para sanar el alma moderna que está enferma. Recuerden los cuatro puntos que indicaban una curación radical. Quisiera repetir uno que otro pensamiento central. Normalmente, el concepto de padre o de madre —"Dios es mi Padre, la santísima Virgen es mi Madre"— no penetra en lo profundo de mi alma si no es precedido por una experiencia de paternidad y de maternidad en el plano natural, que penetre hasta el subconsciente. No basta con que la esfera superior esté compenetrada por el pensamiento del padre y de la madre, si, al mismo tiempo, no lo está la esfera inferior. Si en este último caso no se dio una vivencia a posteriori o una vivencia por contraste o complementaria, normalmente aquello que se refiere a lo paternal o a lo maternal, tropezará con dificultades[30] (…).
¿No creen ustedes que considerando estas realidades debiéramos decir que todo lo que hagamos y emprendamos debiera tener un carácter familiar? Mi actividad en la escuela, mi relación con los alumnos debe ser familiar; no el tipo de relación del "señor" y "esclavos", sino de padre e hijos, de madre e hijos. Se debe aspirar a una relación de corazón, a una cercanía de alma. Esta cercanía genera, paulatinamente, una fuerza creadora.
Si en nuestras comunidades cultivamos un carácter familiar, ayudaremos de esta forma a vencer la crisis cultural de la carencia de hogar, mediante un profundo y multiforme arraigo. (...)
Bienaventurado aquél que tiene un hogar y puede ser hogar para muchos! Padres y madres ¿no quieren ser en el futuro hogar para su cónyuge y para sus hijos? Hijos ¿no quieren ser, en el futuro más que hasta ahora, un hogar, no quieren cobijar en su corazón a sus padres y a sus hermanos? Millones de personas hoy día no tienen ni hogar ni patria y claman por un hogar espiritual. Debiéramos estar tan arraigados en Dios y —si fuera necesario— tan arraigados aquí en la tierra, como para ofrecer hogar a muchos (…)."
"Innumerables católicos padecen la carencia de hogar, pues la mayoría no conocen ni reconocen ya al Padre Dios. ¡Debemos traer a nuestra Madre a casa! ¡Debemos traer a casa a nuestro Padre! No es una tarea fácil. Si pudiera hacerse sólo mostrando una imagen adecuada del padre y de la madre, sobre la base de la Sagrada Escritura y el dogma, sería un trabajo fácil, por lo menos para nosotros. Recuerden lo que dijimos ayer sobre la curación radical y la curación normal para sanar el alma moderna que está enferma. Recuerden los cuatro puntos que indicaban una curación radical. Quisiera repetir uno que otro pensamiento central. Normalmente, el concepto de padre o de madre —"Dios es mi Padre, la santísima Virgen es mi Madre"— no penetra en lo profundo de mi alma si no es precedido por una experiencia de paternidad y de maternidad en el plano natural, que penetre hasta el subconsciente. No basta con que la esfera superior esté compenetrada por el pensamiento del padre y de la madre, si, al mismo tiempo, no lo está la esfera inferior. Si en este último caso no se dio una vivencia a posteriori o una vivencia por contraste o complementaria, normalmente aquello que se refiere a lo paternal o a lo maternal, tropezará con dificultades[30] (…).
¿No creen ustedes que considerando estas realidades debiéramos decir que todo lo que hagamos y emprendamos debiera tener un carácter familiar? Mi actividad en la escuela, mi relación con los alumnos debe ser familiar; no el tipo de relación del "señor" y "esclavos", sino de padre e hijos, de madre e hijos. Se debe aspirar a una relación de corazón, a una cercanía de alma. Esta cercanía genera, paulatinamente, una fuerza creadora.
Si en nuestras comunidades cultivamos un carácter familiar, ayudaremos de esta forma a vencer la crisis cultural de la carencia de hogar, mediante un profundo y multiforme arraigo. (...)
Bienaventurado aquél que tiene un hogar y puede ser hogar para muchos! Padres y madres ¿no quieren ser en el futuro hogar para su cónyuge y para sus hijos? Hijos ¿no quieren ser, en el futuro más que hasta ahora, un hogar, no quieren cobijar en su corazón a sus padres y a sus hermanos? Millones de personas hoy día no tienen ni hogar ni patria y claman por un hogar espiritual. Debiéramos estar tan arraigados en Dios y —si fuera necesario— tan arraigados aquí en la tierra, como para ofrecer hogar a muchos (…)."
P.
José Kentenich "Desafíos de Nuestro Tiempo"
La vivencia de
hogar
"Dios transfiere, no sólo a los hombres sino también a lugares, algo de sus cualidades: de su bondad, sabiduría y belleza. Esta es la ley de la transferencia orgánica. Por otra parte, el hombre transfiere, primero a los lugares, los afectos que pertenecen, en último término a Dios; pero lo hace de manera orgánica: al vincularse a ellos, a la vez se relaciona con el contenido simbólico del lugar y, en último término, con Dios. El hogar asocia vivencialmente —no sólo ideológicamente— cobijamiento, seguridad y protección. De esta forma, la patria terrena es símbolo de la patria, del hogar celestial, que es el único que en último término nos ofrece un cobijamiento, seguridad y protección perfectos. (...)
¿Qué les puedo decir a los padres y madres de familia? ¡Que no subestimen cosas de este tipo, en especial, las costumbres religiosas! Los que se ocupan del trabajo social, los que trabajan, por ejemplo, en el movimiento agrario, saben cuán a menudo se intenta despertar el interés por la patria. Cuiden que los conferencistas que cultivan esta idea del terruño no dejen fuera de foco el aspecto religioso, las costumbres religiosas. Otras personas, de diversa orientación, frecuentemente dejan de lado las costumbres religiosas. Con ello falta el elemento esencial de la vivencia religiosa del hogar. Igualmente, si tenemos que hablar, sea como diputados, delegados, o lo que sea, tenemos que preocuparnos que nuestros municipios tengan nuevamente un cuño católico. Si queremos tener una auténtica vivencia católica del hogar, no basta con vivencias espirituales en general. Deben ser vivencias religiosas, para que sea verdad la afirmación de que la patria es aquel lugar donde Dios me llevó de la eternidad a la temporalidad; pero, también, a la inversa, el lugar desde donde me dirijo, al menos espiritualmente, desde esta temporalidad hacia la eternidad.
No bastan los grandes discursos si queremos ganar personas para formar una comunidad. Los portadores de la comunidad —y la comunidad misma— sólo están asegurados desde el momento en que han podido tener, en ellos mismos y en unión a los suyos, profundas vivencias afectivas, especialmente vivencias religiosas, y, particularmente, en aquel lugar al cual ellos quieren vincular a los suyos. ¿Dónde reside, por ejemplo, la raíz profunda de la vinculación a Schoenstatt? Son las vivencias afectivas, unidas a la gracia, que están ligadas a Schoenstatt, sea que se trate del movimiento o del lugar. Las charlas que aquí se dan no logran, por sí solas, este arraigo."
"Dios transfiere, no sólo a los hombres sino también a lugares, algo de sus cualidades: de su bondad, sabiduría y belleza. Esta es la ley de la transferencia orgánica. Por otra parte, el hombre transfiere, primero a los lugares, los afectos que pertenecen, en último término a Dios; pero lo hace de manera orgánica: al vincularse a ellos, a la vez se relaciona con el contenido simbólico del lugar y, en último término, con Dios. El hogar asocia vivencialmente —no sólo ideológicamente— cobijamiento, seguridad y protección. De esta forma, la patria terrena es símbolo de la patria, del hogar celestial, que es el único que en último término nos ofrece un cobijamiento, seguridad y protección perfectos. (...)
¿Qué les puedo decir a los padres y madres de familia? ¡Que no subestimen cosas de este tipo, en especial, las costumbres religiosas! Los que se ocupan del trabajo social, los que trabajan, por ejemplo, en el movimiento agrario, saben cuán a menudo se intenta despertar el interés por la patria. Cuiden que los conferencistas que cultivan esta idea del terruño no dejen fuera de foco el aspecto religioso, las costumbres religiosas. Otras personas, de diversa orientación, frecuentemente dejan de lado las costumbres religiosas. Con ello falta el elemento esencial de la vivencia religiosa del hogar. Igualmente, si tenemos que hablar, sea como diputados, delegados, o lo que sea, tenemos que preocuparnos que nuestros municipios tengan nuevamente un cuño católico. Si queremos tener una auténtica vivencia católica del hogar, no basta con vivencias espirituales en general. Deben ser vivencias religiosas, para que sea verdad la afirmación de que la patria es aquel lugar donde Dios me llevó de la eternidad a la temporalidad; pero, también, a la inversa, el lugar desde donde me dirijo, al menos espiritualmente, desde esta temporalidad hacia la eternidad.
No bastan los grandes discursos si queremos ganar personas para formar una comunidad. Los portadores de la comunidad —y la comunidad misma— sólo están asegurados desde el momento en que han podido tener, en ellos mismos y en unión a los suyos, profundas vivencias afectivas, especialmente vivencias religiosas, y, particularmente, en aquel lugar al cual ellos quieren vincular a los suyos. ¿Dónde reside, por ejemplo, la raíz profunda de la vinculación a Schoenstatt? Son las vivencias afectivas, unidas a la gracia, que están ligadas a Schoenstatt, sea que se trate del movimiento o del lugar. Las charlas que aquí se dan no logran, por sí solas, este arraigo."
Padre
José Kentenich "Desafíos de Nuestro Tiempo".
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http://www.ofargentina.org/
La familia en un claves de un nuevo
paradigma
No es una
época fácil la que transita la familia hoy día. Vivimos
en tiempos de cambios, con múltiples sus signos y consecuencias.
La velocidad es uno de ellos: todo debe ser hecho en forma rápida, los
tiempos se acortan y no hay espacio para distenderse, dialogar sereno con la
persona que se ama o con los hijos. Otro signo de este cambio es el constante
movimiento. La palabra aburrimiento es una de las más despreciables, no solo en
la escuela y la universidad, sino también en la familia y el trabajo. Hay,
además, un avidez por lo nuevo: lo antiguo es caduco, la tradición un
dinosaurio de museo, la historia y la memoria algo refractario o
ideológico.
En la sociedad actual todo
tiene fecha cercana de vencimiento. Hay que tirar lo vencido y comprar lo
nuevo: cambiar de casa, de amigos, de amores, de trabajos, de sentimientos y de
valores.
Otro signo de este cambio es
la maximización del beneficio como objetivo central. No es que antes no hubiese
sido así, pero hoy día otras dimensiones importantes se ignoran y pierden su
valor. Sin embargo, son éstas justamente las que nos acceden a la felicidad: el
amor, la lealtad, la solidaridad, la amistad, el sentido de la vida...
Pero no todo es negativo. También hay excelentes beneficios. La
globalización nos ha puesto en contacto con los rincones ignotos del planeta; la Internet
nos da acceso a un conocimiento e información que antes estaba solamente
reservados a los libros, la escuela y la universidad. Hoy podemos evacuar
cualquier duda en forma casi instantánea. El progreso de la técnica nos permite
detectar enfermedades con mayor eficiencia y buscar la terapia adecuada. El
promedio de vida se ha prolongado, etc.
Pero en medio de tantos adelantos crece la seguridad, falta la paz y no hay
serenidad. Las causas son múltiples. Una, es el “Multitasking”. La expresión es
americana y expresa el hecho de que nuestro hijo, niño o joven, pueda estar al
mismo tiempo jugando con la play, comiendo papas fritas, llamando por celular a
su mejor amigo, mirar un partido en televisión, patear el perro que se subió al
sillón y escuchar a Charly García. Los adulto hacemos también algo así (pero
con menos éxito que los chicos, ya que no somos “nativos” como ellos): mientras
abrimos la computadora mandamos un mensajito de texto, buscamos en Google la
dirección de la pizzería más cercana y le decimos al cómyuge que le llame a la
abuela para decirle que la visitaremos recién la semana que viene.
Esta somera y por tanto incompleta descripción nos habla del dasafío que hoy
tiene la familia. Al perderse el mapa de referencia, al diluírse los parámetros
claros, al atrincherarse la Iglesia
en su propio discurso y perderse casi totalmente la credibilidad de los
políticos y del Estado, pareciera ser que la familia recobra -hoy más que
nunca- su rol protagónico. Para eso precisamos de padres y madres responsables,
presentes y capacitados para asumir este desafío. Aquí comienza la misión de la
Obra de Familias de Schoenstatt. Hay algo mayor que que la
admiración y fragilidad de la técnica: el poder sanador de los vínculos.
En esta página WEB, que hoy
presentamos, iremos mostrando diversos caminos que pueden ayudar a las familias
a cumplir su misión a partir del legado pastoral, pedagógico y religioso del P.
José Kentenich.
Lo primero que analizaremos es la pregunta que ocupa y preocupa a mucha
gente: ¿Qué entendemos por familia? Sabemos que su comprensión ha cambiado
sustancialmente. La problemática de los divorcios y las separaciones, la
fragilidad del vínculo, la imposibilidad que muchos sienten para decirle a
alguien: “te quiero a vos, sólo a vos y para siempre a vos” ha llevado a nuevas
formas de encuentro con sus limitaciones y problemáticas. El “matrimonio
igualitario” ha pateado el tablero y creado una absoluta falta de identidad.
A esa luz valoraremos mejor que la familia es el “Fundamento y corona” de la
sociedad y de la Iglesia. Sabemos
la importancia que tiene un fundamento. Se puede construir una familia sobre
arena o sobre roca. Las consecuencias no serán nunca iguales.
La familia es también corona de la sociedad, porque en ella culminan los
sueños (conscientes o no) y los anhelos de la Iglesia y
la sociedad. La corona se presenta como símbolo de lo acabado, de lo que más se
desea.. La fuente última de la familia es para el cristiano la Santísima Trinidad.
De ella emana y hacia ella vuelve. Un ejemplo original y único es la Sagrada Familia
de Nazareth.
En estas páginas buscaremos la
identidad y la misión de la Familia. Ella
es una comunidd de alianza: nace de una alianza y genera alianzas. Su sustrato
es el amor.
La familia es una comunidad de
vida y de educación. Es formadora de personalidades que encarnan valores
humanitarios y religiosos. Es en la familia en donde se aprenden los deberes
ciudadanos: obedecer en forma adulta, ejercer la autoridad como servicio, ser
responsable de lo propio, respetar lo ajeno y abrir el corazón en la confianza.
La familia es además una comunidad en donde se aprende y se ejercita la fe.
Los primeros catequistas son los padres. Ellos enseñan no tanto con la teoría
sino con el ejemplo. La religiosidad (el cariño y el amor a Dios), como la fe
(el asentimiento de valores y el cumplimiento de deberes) se transmiten por la
encarnación y vivencia. La vida es quizás el único refente religioso en la
juventud masiva del hoy.
El esfuerzo que deberá afrontar la familia, sólo tendrá éxito si se apela a
la gracia. Sólo ella regala la energía suficiente para levantarse cada día y
que permite superar la resignación, el desánimo, la aparente contradicción de
la educación que brindamos. A pesar del eclipse de lo trascendente, la
presencia de Dios y de su mundo es esencial para darle nuevo rostro -a partir
de la familia- a la escuela, el trabajo, lo social y lo político. ¿Dónde beber
de esa fuente que nos trae el agua pura de la gracia? Los Santuarios son
especios privilegiados para eso. Hacia ellos peregrinamos, en ellos nos unimos
y solidariamente asumimos este hermoso desafío…
Quizás el gran sueño de la
Obra de Familias que hoy presenta esta página, es susurrarle
al oído una gran verdad a quienes la visitan: el cielo será una gran familia, y
en ella podremos vivir para siempre como hermanos.
Agosto 2012
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